lunes, 8 de septiembre de 2008

Rosa Luxemburgo y su teoría Socialista

ROSA LUXEMBURGO Y SU TEORÍA SOCIALISTA

A Rosa Luxemburgo la denomino Georg Lukács como la única discipula de Marx que ha desarrollado ulteriormente la obra de la vida en el sentido económico-material cuanto en el económico-metódico"
Tal y como en su momento lo afirmó Lukács, "marxismo ortodoxo no significa reconocimiento acrítico de los resultados de la investigación marxiana, ni 'fe' en tal o cual tesis, ni interpretación de una escritura 'sagrada'. En cuestiones de marxismo la ortodoxia se refiere exclusivamente al método", es decir, el pensamiento crítico se basa no en el seguimiento de determinado corpus teórico sino en el modo, en el proceder metodológico.[1]Los análisis de Luxemburgo al plantearse como punto de partida, le permite una visión crítica de la realidad y alcanzar vuelos muy altos en sus participaciones polémicas en el seno de la Socialdemocracia y en las controversias teóricas que sostiene (sea con Berstein, con Kautski o con Lenin).
No es poca cosa lo que pretendemos dar cuenta, en los hechos lo que se ha dado en llamar el 'marxismo occidental' tiene como uno de sus elementos fundamentales, quizá el más importante, el enfoque y desarrollo de la 'totalidad dialéctica'.En ello el enfoque de la totalidad muestra su clara pertinencia, y el desarrollo que de él hace Rosa Luxemburgo no sólo le valió los elogiosos comentarios de Lukács (llegó a escribir de ella que a su juicio fue 'el único discípulo de Marx que haya desarrollado realmente la obra tanto en el plano de los hechos económicos como en el nivel del método'), sino nos ofrece la posibilidad de retomarlos.
Podríamos citar tan sólo al modo de pinceladas en las que se encuentra presente el enfoque de la totalidad y la unidad de teoría y práctica o de objeto y sujeto, en los análisis de Rosa Luxemburgo, los siguientes pasajes:La crítica contundente en el debate Berstein al individualismo metodológico presente en la perspectiva del padre del revisionismo.
La necesaria visión de conjunto en la lucha económica y política contra la explotación capitalista.La interpretación de los problemas básicos de la acumulación de capital (con todas las críticas que pudieran hacerse) y el colapso del capitalismo en la totalidad del proceso histórico.En este punto no deja de ser necesario el mencionar cómo a diferencia de las interpretaciones actuales sobre la llamada globalización, caracterizada como una fuerza o un conjunto de fuerzas objetivas o materiales, sin precedentes e inexorables, Rosa Luxemburgo al caracterizar el desarrollo mundial del capitalismo nos plantea en su Introducción a la economía política que: "... la economía mundial capitalista se elevó verdaderamente entre dolores y convulsiones de la humanidad entera. Abrazó una rama de la producción tras otra, se apoderó de un país tras otro. Se abrió paso hasta el más distante rincón de la tierra con el vapor y la electricidad, con el fuego y la espada, echó abajo todas las murallas chinas y consagró la unidad económica de la humanidad actual a través de la era de las crisis mundiales, a través de periódicas catástrofes colectivas. [2]

El problema central de la dialéctica entendida como método es la transformación de la realidad, el conocimiento de la sociedad como totalidad. La totalidad como punto de partida no sólo determina al objeto sino también al sujeto del conocimiento. La unidad de teoría y práctica se presenta en el momento en que el sujeto de conocimiento es también asumido y planteado como totalidad, la clase como sujeto es la portadora de ese enfoque de la totalidad.[3] En Rosa Luxemburgo, la unión de teoría y práctica no sólo se encuentra o se sitúa en el terreno del conocimiento, en su perspectiva gnoseológica, sino en la evidencia de su praxis política, la clase, el sujeto, es entendida como subjetividad multiforme.[4]En el terreno de lo cognoscible como en el de la práctica política Rosa Luxemburgo se sitúa en la perspectiva de lo que Rene Zavaleta llamaba los márgenes de conocimiento, la posibilidad de autoconocimiento de la sociedad. La sociedad capitalista se nos hace cognoscible en cuanto ella misma se ha totalizado (a través de lo que Rosa Luxemburgo llama "la gran red de la explotación capitalista"), ese hecho histórico ofrece la posibilidad de la utilización consciente de ese "horizonte de visibilidad". La posibilidad de explotación de tal horizonte de visibilidad desde el punto de vista de la clase obrera, se torna viable porque el sujeto mismo se ha totalizado, en la sociedad capitalista el ser individual del sujeto productor cede su sitio al obrero colectivo.
Recordemos en palabras de Rosa Luxemburgo el famoso pasaje: "Las catástrofes hacia las que se precipita la sociedad capitalista no confieren la certeza de la victoria del socialismo. Si la clase obrera no encuentra la fuerza para su propia liberación, la sociedad entera y con ella la clase obrera puede precipitarse hacia luchas destructoras.En este punto del análisis el debate ya se plantea por fuera de toda discusión acerca del carácter inexorable, fatalista o determinista, ya sea del colapso capitalista o de la inevitabilidad del socialismo, y nos situamos en el terreno del imperativo categórico de la acción política, en el terreno de la necesidad histórica de la actuación consciente de la clase obrera a fin de evitar la imposición de la no-alternativa.[5]

Aunque no se trata, desde luego, de buscar la fidelidad o no fidelidad respecto a Marx, no podemos dejar de plantear la relación entre el modo en el que Rosa Luxemburgo plantea la disyuntiva histórica a la que la humanidad y la clase obrera se enfrentan y el modo en el que Marx planteo dicha temática, cuando menos en dos pasajes que vienen a nuestra memoria:
El primero es aquel casi escondido fragmento del Manifiesto comunista, más precisamente el final del segundo párrafo del apartado "Burgueses y proletarios" donde Marx afirma la posibilidad de que la lucha de clases no conduzca a la transformación revolucionaria del régimen social, sino que podrá imponerse el escenario histórico de "la destrucción recíproca de las clases contendientes", es decir, la barbarie o el cataclismo social.
El segundo es aquel referido en el capítulo trece del Tomo I de El Capital, donde Marx anota cómo la lógica del desarrollo del capitalismo termina por poner en crisis y amenaza de destrucción a los dos factores creadores de riqueza en este y cualquier modo de producción posible: la fuerza o capacidad de trabajo (a través de su explotación o exclusión) y la tierra (por su destrucción y agotamiento). El desarrollo del capitalismo destruye, pues, al sujeto productor y al entorno ecológico, en ello consiste la evidencia de la catástrofe capitalista, ahí reside el mito del progreso y el fracaso del proyecto civilizatorio del capital.
Como podemos apreciar Rosa Luxemburgo se sitúa como una de las mayores exponentes y continuadoras del pensamiento de Marx, ante la lógica del desarrollo del capitalismo cuyo colapso puede conducir a la barbarie, no existe la inevitabilidad de que triunfe o se imponga la alternativa histórica presentada por la revolución socialista o comunista, será la clase obrera la que encuentre o construya la fuerza de su liberación. No es el fatalismo de las leyes de la historia sino la construcción o autoconstrucción del sujeto, la que puede imponer la alternativa, ante la no-alternativa del suicidio colectivo, no es la fuerza de la historia, son los pueblos quienes hacen su historia.[6]La teoría de la espontaneidad en Luxemburgo, lo constituye la discusión acerca de uno de los temas fundamentales del pensamiento crítico, el problema de la subjetividad. Rosa Luxemburgo plantea acerca del papel revolucionario de la clase obrera y de su necesaria auto-organización como la palanca básica de su liberación.
Para Luxemburgo el inicio de una situación revolucionaria (que en sus formulaciones definitivas se ubica en la 'huelga de masas') no se crea artificialmente, no se decide en el vacío, no se propaga de manera automática, sino que es "un fenómeno histórico que, en determinados momentos, surge con necesidad histórica de determinadas condiciones sociales".[7]En Luxemburgo el movimiento histórico de la clase obrera es entendido teórica y prácticamente en toda su complejidad, éste se forma "a partir de diversos puntos y en cada uno de ellos por causas diversas, bajo formas diferentes", la batalla general del trabajo contra el capital, involucra pues al 'conjunto de sujetos de rebeldía', su discurso es el de 'la rebeldía multiforme'. El instinto de clase a la conciencia de clase tiene por base el reconocimiento consciente de lo insoportable de las condiciones de vida.[8]

"Los hombres no hacen su historia de modo arbitrario. Pero la hacen ellos mismos", su acción es pieza co-determinante de la historia, no pueden sobrepasar el desarrollo histórico, pasarle por encima, pero si acelerarlo o frenarlo. En Rosa Luxemburgo el socialismo se propone como meta darle un sentido consciente a la acción social de los hombres, pero para ello requiere añadir al combustible constituido por las condiciones materiales previas, la chispa de la voluntad consciente de las grandes masas populares que lo encienda.
Quizá la izquierda deberá reivindicar la visión de Marx según la cual el comunismo será, pues, la producción consciente de las relaciones sociales de producción, y centrar el problema en la flexibilización, relativización, transformación de las relaciones sociales de producción como condición de posibilidad de –como lo plantean los zapatistas– 'una sociedad en la que todos quepan', donde no se niegue la vida, donde la posibilidad de acceder a la 'buena vida' de unos no signifique el negar la vida de otros.


Hoy ante la crisis de la civilización capitalista, otra civilización, otro proyecto civilizatorio de auténtica mundialización deberá ser entendida como el tipo de sociedad local, nacional, o global, en que la modernidad de unos no signifique negación y exclusión de los otros, deberá ser una modernidad que renuncie a la irracionalidad de lo racionalizado. Rosa Luxemburgo no sólo reivindicó el derecho y el deber de la clase trabajadora para desarrollar la 'autocrítica sin contemplaciones' de su teoría y de su práctica, con su vida y su obra dio consecuente realización a sus palabras: "El marxismo contiene dos elementos esenciales: el elemento de análisis, de crítica, y el elemento de la voluntad activa de la clase obrera como factor revolucionario. Y quien emplea solamente el análisis, la crítica, no representa el marxismo, sino a una miserable parodia de esta doctrina". Rosa Luxemburgo es brutalmente asesinada a golpes de culata y a tiros por la soldadesca mandada por el capitán Pabst, el 14 de enero de 1919.[9]
[1] Rosa Luxemburgo: Teoría y práctica de la acción revolucionaria. por José Guadalupe Gandarill
[2]Rosa Luxemburgo: Teoría y práctica de la acción revolucionaria. por José Guadalupe Gandarill
[3] http://www.lapaginadefinitiva.com/dblibros/137
[4] Rosa Luxemburgo: Teoría y práctica de la acción revolucionaria. por José Guadalupe Gandarill
[5] IBID
[6] Rosa Luxemburgo: Teoría y práctica de la acción revolucionaria. por José Guadalupe Gandarill
[7] IBID
[8] www.unicamp.br/cemarx/anais_v_coloquio_arquivos/arquivos/comunicacoes/gt1/sessao5/Isabel_Loureiro.pdf
[9] Rosa Luxemburgo: Teoría y práctica de la acción revolucionaria. por José Guadalupe Gandarill